Autodidacta en 1978, estudió grabado en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, sin embargo, fueron los Talleres de Arte Actual del Círculo de Bellas Artes de Madrid los que marcaron su formación. Entre ellos se encuentran los de Ràfols-Casamada, José Guerrero, Manolo Valdés, Hernández Pijuan y Saura. Su lenguaje, cuidadoso y sutil, sin más excesos que los necesarios, cobra mayor fuerza en sus esculturas e instalaciones. Alejado de la iconografía minimalista, es a través de sus estancias en Alemania -Berlín, Hamburgo y Bremen- que se impregna de las teorías de Beuys, adquiriendo una comprensión clara sobre cuestiones esenciales para su obra como la escala, el peso y la idea. Sus trabajos se caracterizan por su densidad: son rotundos, opacos, agresivos y de gran presencia física.
Florentino Díaz utiliza el entorno que lo rodea para obtener los materiales que necesita en sus proyectos y el apoyo ideológico para llevarlos a cabo, de manera que, en sus obras, se refiere sobre todo a la historia mental y social de su país desde el principio, una contundencia que comienza con los medios utilizados, como las cajas de madera de los verduleros o el caucho y acero de sus creaciones del año 2000. Destacan sus exposiciones individuales en la Galería Ángel Romero, Madrid (1988), Galería Emilio Navarro, Madrid (1995), y Galería Max Estrella, Madrid (2000).