Castrortega se trasladó a Madrid su pueblo natal para estudiar Bellas Artes y seguir una carrera como artista. En 1985, gracias a una iniciativa del Comité Conjunto Hispanoamericano, obtuvo una beca para viajar a Nueva York. En sus primeras prácticas trabajó con áreas de colores planos, principalmente grises, azules y negros, sobre los cuales superponía formas y figuras fortuitas y salvajes. Más tarde se enfocó en temas urbanos, ejecutados con gruesas capas de materia. A partir de ahí, orientó su práctica hacia obras abstractas de gran formato con signos y símbolos como peces, elipses, líneas y áreas más expresivas de color. Castrortega también es autor de libros como Pétalos para el fuego (1993), Frambuesa y el erotismo (2003), y Don Quijote traicionado (2004), con los cuales obtuvo el premio a la Mejor Obra Gráfica en la feria de arte Estampa.